domingo, 21 de abril de 2024

23 DE ABRIL: DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO

El Día Internacional del Libro se celebra el 23 de abril. El mismo día confluyen el Día Internacional del Libro, del Idioma y del Derecho de Autor La conmemoración de esta fecha contiene una asombrosa coincidencia.

Se eligió el 23 de abril por una coincidencia asombrosa: ese mismo día, de 1616, murieron Miguel de Cervantes Saavedra; el dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare; y el escritor español Inca Garcilaso de la Vega.
El 23 de abril contiene tres celebraciones vinculadas a la cultura, el autor y el libro. Su origen no se remonta tanto en el tiempo: recién a comienzos del siglo pasado se lo reconoció en algunos países, y varias décadas después fue asumido en todo el mundo.
Mucho tuvieron que ver los autores de lengua castellana e inglesa para que en 1926 surgiera en Cataluña, por el impulso del escritor Vicente Clavel Andrés, la idea de institucionalizar el Día del Libro.
La lectura es un bien para grandes y chicos.
El catalán le propuso su proyecto a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona y luego fue aprobada por el rey Alfonso XIII. Pero la propuesta tardó en concretarse a nivel internacional.
Sin embargo, recién en 1995 se convirtió en una celebración en todo el mundo debido a una proyecto de la Unión Internacional de Editores, que la presentó ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El Día del Libro también se conmemora en recuerdo de Miguel de Cervantes Saavedra.
Y ese año se aprobó proclamar el 23 de abril de cada año el "Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor". En el sitio de la UNESCO señalan que valorizando este día se busca apoyar "la creatividad, la diversidad y la igualdad de acceso al conocimiento, la promoción de la alfabetización, el aprendizaje móvil y el libre acceso a los contenidos científicos y los recursos educativos".



LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA
La lectura es un hábito que nunca se pierde, se ha impulsado desde hace muchos siglos, a pesar de los avances tecnológicos. Es primordial en la formación integral de las personas, y los estados deberían propiciar su difusión. Solo los pueblos educados conocen su pasado, y se encuentran mejor preparados para aguardar las contingencias del futuro.
Hay que leer siempre, donde y cuando se pueda, con entusiasmo, despacio, interpretando el sentido de cada palabra. Cuando leemos, nos liberamos de la soledad y del exceso de recuerdos. Además de favorecer la imaginación y la concentración, la lectura, especialmente la de textos literarios, ayuda a mejorar algunas habilidades sociales. Siempre saldremos favorecidos por el contacto con un buen libro.
A veces, hasta una frase feliz, nos puede alegrar el día.




LA PRÁCTICA DE LEER
Todos los días, en nuestras escuelas, ocurren situaciones de lectura propuestas por maestros, bibliotecarios y profesores: los jóvenes leen para sí mismos o para otros, buscando nuevas informaciones, aventuras fantásticas o diversos temas que les interesen. La lectura es una práctica cultural que se comparte, atraviesa la escuela y la excede; permitiendo el encuentro con la comunidad. Resulta muy agradable ver en distintos barrios una vida cultural intensa y una variedad de lugares para visitar y disfrutar. ¡Y qué mejores lugares! que ferias de libros, librerías, bibliotecas, para realizar hermosos paseos literarios y transportarnos al encuentro de nuestros autores favoritos o de aquellos viejos libros de nuestra infancia, que aún hoy recordamos con tanto cariño. Leer nos permite recuperar nuestra capacidad de aprender, de crear, de soñar.




LECTURAS… CULTURAS
La lectura es una práctica social que nos gratifica, un hábito que existe a través del tiempo, nunca se pierde. Como todo buen hábito, es imprescindible que se aprenda en la niñez. Es fundamental que los niños y los jóvenes tengan un contacto directo con los libros, los busquen, se familiaricen y se encariñen con ellos; los consulten en el hogar, la escuela, en bibliotecas, visiten ferias de libros y participen de lecturas comunitarias. También es primordial que la escuela los introduzca en otros paisajes, otras bibliotecas, otros idiomas. Se debe propiciar el encuentro del lector con los libros de una manera muy especial para producir una motivación duradera. Los buenos lectores, que aman tanto a sus libros, participan en talleres literarios, conferencias de autores reconocidos, clubes de lectores y en otras actividades culturales, y buscan libros difíciles de conseguir. Los libros son acogedores y nos permiten pensarlos, construir nuestras moradas interiores, inventar historias, fantasías, considerarlos con humor. Y a veces, nos empujan a atravesar océanos por el deseo de descubrir paisajes, ver otras tierras, otros rostros, otras culturas.





LA EDUCACIÓN CREADORA
Educar es elevar. Elevar al niño hasta el estado de hombre. Aparentemente se trata de una simple educación de acompañamiento, limitada al esfuerzo de ofrecer al alumno las mejores condiciones de desarrollo y de máxima ejercitación de actividades que el crecimiento le permite. Desde temprano vemos un factor personal, que poco a poco, da a la conducta del niño su carácter propio, y a veces, imprevisible, hasta llegar a la adolescencia y a la personalidad conquistadora de la juventud.
En realidad, podemos hablar también en cierta medida, de una “educación creadora”. No se trata de hacer surgir un ser inventado en todas sus partes. En cambio, apoyado sobre su patrimonio hereditario y sobre las múltiples adquisiciones que el mundo le impone, el alumno es capaz, impulsado por el maestro, de agregar alguna cosa nueva al tipo humano habitual. Por eso, la educación no podría ser reducida ni a una didáctica, esto es a la transmisión de un saber y luego de una cultura; ni a una higiene física y mental, por perfecta que sea. Sabemos que la educación no crea al hombre, lo ayuda a crearse a sí mismo.




23 DE ABRIL: DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO

El Día Internacional del Libro se celebra el 23 de abril. El mismo día confluyen el Día Internacional del Libro, del Idioma y del Derecho de...